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sábado, 14 de diciembre de 2013

Propuesta para hoy, día 14 de diciembre. "Cuerpo negro". Kellog’s. London Calling.



(asteriscos remiten a efímeras “razones efemerísticas”)
¿Saben Vds. en qué consiste el “problema del cuerpo negro” (*)? ¡Yo tampoco! Y miren que lo he estudiado, pero no acabo de entender la importancia de la solución de Plank, aunque quizás tenga relación con los tres silencios de los que hablaba San Juan de la Cruz (*) en “La noche oscura del alma”. El alma sumida en la más profunda oscuridad no emite ningún sonido: calla la memoria, calla el entendimiento y calla la voluntad. Sin embargo “irradian” esperanza, fe y amor. Pero lo hacen, contra lo descubierto por Plank, de forma continua, no en “paquetitos”. Tendré que profundizar en el tema. 

           

 Hegel”, “llama de amor viva”, mueve el rabo como dirigiendo un “canto espiritual” al mundo exterior que lo espera para envolverlo en olores y sensaciones aún desacostumbradas. Se zampa medio “chóper” de pavo y yo cumplo el rito ortodoxo del pan, el aceite y el orégano. Añado la herejía del carajillo mitad y mitad… Y una copita de Terry de malla. Y así, aturdido, interiormente vacío, salgo a enfrentarme con este día frío de diciembre, seguido por una vida que se agita en pos de todo aquello que se mueve, para imponer la quietud que la mañana exige. 
 
Cuando pasamos por la puerta del condis, una multitud con paquetes de Kellogs bajo el sobaco, discuten sobre los beneficios de los copos de avena y otros cereales. De comida de pobres estuvo a punto de convertirse en comida de ricos, para quedarse en desayuno de la pequeña burguesía urbana (¡y de “adventistas”!). Estos que aquí discuten no parece que aprovechen las bondades de la dieta cerealista: sobrepeso, dentaduras incompletas, piel gris-blanco como el asbesto y otros desperfectos. 

–¿Qué pasa? ¿Regalan paquetes de Kellog’s?

–¡Vaya! Tan aficionado como es Vd. a las “efemérides” y no sabe qué se celebra hoy en el “cul de Ocata”?

–Bueno algo sé acerca de la polémica entre los carmelitas “calzados” y los “descalzos”

Y así, departiendo, nos enteramos de que tal día como hoy, del año 1943, murió J.H.Kellogg, y todos los adventistas de la localidad lo celebran a lo grande. Son como “mormones”, pero sin corbata. Hoy, además, es sábado, su día santo, así que ración doble. 



 Intrigado por el mal aspecto de los congregados, decido investigar un poco el tema. Investigado, vuelvo al tropel. Hegel se queda en casa. 

–¡Habitantes adventistas del “cul de Ocata”! O vuestro profeta se equivocó o no seguís las instrucciones al pie de la letra.

–Nosotros no creemos en profetas contemporáneos. Esos son los “mormones”.

–O el fundador se equivocó o no seguís las instrucciones al pie de la letra.

–A ver, listillo, explícanos, formula.

–Si los cereales no hacen el efecto esperado (y eso es evidente) es que falta algo. ¿Qué me decís de los “edemas”?

Responde el que parece que se ha hecho cargo del sentir general:

–¿?????

–“¡¡Lavativas!!” ¿No sabéis que para que el cereal funcione en vuestro interior, tenéis que tener ABSOLUTAMENTE limpios y vacíos los conductos intestinales? ¿Habéis oído hablar de la “flora instestinal”? 

–¿????????––Responde el mismo.

–Tenéis que meteros litros de agua por el culo, adventistas del “cul de Ocata”. Y después medio litro de yogurt. Dejad un poco para tomarlo como las personas. ¡Hay que regar esa flora!...y no mezclarla con el carajillo. Si aún así la cosa no fructifica y seguís perdiendo los dientes y creando grasa superflua, dejad de cascárosla. Ahí radica el problema para vuestro “Nostradamus” (*). 

–¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡––Todos a una.

–Os recomienda la circuncisión y la castidad. No basta con comer avena, como los caballos.

–Pero eso no aparece en el paquete. 












Los dejo sumidos en su perplejidad y angustia. He dicho lo que tenía que decir. 

No te habrán convencido con lo de la cebada…esos adventistas del “cul d’Ocata” ¿verdad que no?

–No “Hegel”––Y le arrojo el otro medio “chóper” de pavo.

–Con lo buena que está la “culata” de ternera y el “chóper”, ¿eh? Te he preparado una sorpresa. Ya sabes de mi gusto por Schubert (tranquiliza mi natural salvaje). Sin embargo, si yo fuera humano, no dejaría de escuchar “London Calling” (*). Me emocionan sus letras. Y los veo tan próximos…

–¡Vaya! No sabía que…

–Tantas horas solo da para mucho. No entiendo demasiado de estos ritmos, pero creo distinguir por debajo de los rasgueos punk una pulsación reagee que me mola. No desprecian nada. Se abren al mundo y nos conjuran a ponerlo todo patas arriba.

–Estábamos hartos de tanta “Beatelmanía”. ¿Has oído la de las “Bombas españolas”?

–Claro. Da un pelín de vergüenza su castellano…Pero... ¡Qué emocionante lo que dice! ¿Verdad?

–¡Verdad! Y qué alegría profunda saber que la clase cuenta con aliados de tamaña envergadura. Mira “Hegel”, enmarcaremos la portada del disco y la pondremos sobre tu bote de comida. ¿Qué te parece?

–Comeré con más ganas y me esforzaré por comer de todo, como corresponde a un miembro de la clase trabajadora. Ellos me darán ánimo ante un plato de “croquetas” escuetas. Ellos me darán fiereza y dulzura. Y quizás vaya tomando gusto por la estridencia estructurada. Los prefiero al egocentrismo y exhibicionismo de Rotten y Vicius.


 Llegan, amortiguadas por las cristaleras cerradas, las voces discordes de los “cerealistas”. Siguen su celebración en la puerta del condis. Nos asomamos a la terraza y los vemos abocar verdaderos ríos de cereal en sus desdentadas bocas. Otros salen con garrafas de agua de 10 litros y con cajas de “yogoures”. 

“Corazón negro.
Enigma o sangre de otras vidas pasadas,
suprema interrogación que ante los ojos me habla,
signo que no comprendo a la luz de la luna.
Sangre negra, corazón dolorido que desde lejos la envías
a latidos inciertos, bocanadas calientes,
vaho pesado de estío, río en que no me hundo,
que sin luz pasa como silencio, sin perfume ni amor.” (…)

Parece que Vicente Aleixandre (*) esté tratando, a su manera, el problema del “cuerpo negro” de Plank. Y parece que ha captado algo de los “paquetitos”… ¡habla de latidos inciertos”. No…si ya digo yo…

–Ahora compara esos versos un tanto herméticos con estos:

“LA ERA DEL HIELO SE ACERCA, EL SOL SE HACE MAS FUERTE
SE AGUARDA UN COLAPSO, Y EL TRIGO APENAS CRECE
LOS MOTORES SE DETIENEN, PERO NO TENGO MIEDO
PORQUE LONDRES SE ESTA INCENDIANDO Y YO, YO VIVO JUNTO AL RIO.” (…)
Mucho mejor ¿no?

–Sin duda, “Hegel”. Pero descansa. No quiero que te conviertas en un perro sabio y apartado del mundo, como yo he devenido. 

–¿Vamos a pasear?










viernes, 13 de diciembre de 2013

Propuesta para hoy, día 13 de diciembre. De compras. 2ª de Mahler.



Hay rutinas que se pierden cuando uno pasa a la situación de “clase pasiva”, entre ellas la ir de compras. No me refiero a ir al Condis, que se refuerza; me refiero, concretamente, a ir a comprar ropa. Antes era un acto no premeditado, paseabas, veías, entrabas y comprabas. El contacto con el mundo mantenía tu gusto en la media y te vacunaba contra estridencias y arcaísmos. Pero ahora, que la única indumentaria que ves es la de la clientela del Condis y la de los vecinos cuando, relajados (¿) asisten a una reunión de escalera, el criterio se difumina,  y el gusto se “reviene” y se fija como una lapa.



Vas a los establecimientos a los que acostumbrabas. Miras las secciones que solías. Todo parece igual. Pero el dependiente va vestido del Dr. Spock;  los pantalones, por aquello de las patentes, muestran detalles inquietantes: costuras en forma de rayos en los bolsillos traseros; rotos en los sitios más inapropiados; patas en los que no entraría ni un macarrón del nº 2… Los jerseys, o como se les llame, ya no sabes si son de lana, de algodón, o de metacrilato. Las chaquetas te llegan al ombligo y brillan como estrellas novas. Las piezas recias, chaquetones y demás, son tan complejas que no te atreves ni a probártelas.  El dependiente da círculos cada vez más estrechos sobre tu indefensa persona. Tú estás parado, inmóvil, delante del montón de  ropa “arte povera” en que has convertido un bien ordenado estante. Ya no recuerdas ni en dónde se marcaban las tallas. Ni de tu talla. Te sorprende la cantidad de informativas  tiritas blancas que, como tripas de pájaro, brotan de los interiores. Cada prenda parece un “árbol de las ofrendas”. Ya tenemos al dependiente delante de nosotros.

–¿Qué quiere? 

–Pues… ¡no sé! 

Y sin responder, se aleja como una hoja negra arrastrada por el aire acondicionado.

Coges dos pantalones, un jersey y un chaquetón y te diriges como un ladrón avergonzado a los “vestuarios”.  No te atreves a probarte nada. Dejas pasar un tiempo prudencial, recoges las prendas y las depositas sobre cualquier montón de ropa. Te largas y acabas comprándote en el Carrefour unos vaqueros de 15 euros y un chaquetón de cartero por 39’99. Y, así, de esa guisa te presentarás en navidad en casa de tus parientes que te mirarán entre la resignación y la misericordia. Para colmo irás con las manos vacías.

Imagínense Vds. que tuviera que comprarme ropa de boda, como las de antes. O a la altura (horizontal) de un muerto de postín. No estoy seguro que acertara; quizás me presentaría con la desenfadada ropa del enlace en el triste desenlace (o viceversa). También Gila se confundía. Ahora vendría al pelo algo de Goran Bregovich y su “Orquesta de Bodas y Funerales”…o películas como “Tres bodas y un funeral”, “Una boda de muerte”, “La novia muerta”…o una novela como la “Muerta enamorada”.

Tal día como hoy, del año 1951, en la Iglesia City Methodist de Londres tomaba el sacramento del matrimonio la “Dama de Hierro” junto con el magnate que le prestó el apellido. Tan metálica y metódica dama no podía casarse en ninguna otra iglesia que no fuera “metodista”. Bueno, pero lo que realmente merece esta entrada no es su boda, ni su muerte… sino el enredo en el que se metió el comentarista de la BBC que, en la puerta de la Catedral de san Pablo, mientras entraban los encopetados y alicaídos invitados al funeral, se acercó a entrevistar al popular, e irlandés, Terry Wogan con una sonrisa en la boca y con esta frase envuelta en ella: “Es interesante, hay una mezcla ecléctica de personas que están invitadas a la boda…. al funeral”. De esa manera tan sutil eliminó de un plumazo las diferencias entre un acto y otro. 



 Así que aquí estamos mi cachorillo y yo, disfrutando del espectáculo y compartiendo la audición de la 2ª sinfonía (*) de Mahler. Ya saben vds. de la afición de Hegel por la música de tradición germana. Así que he comprado unos auriculares dobles. Frente a la Catedral hay algunos establecimientos de hostelería. El más vistoso es el café-restaurante “Rouge”… ¡no tiene pérdida! No admiten perros; pero he podido convencer al avispado camarero de que este animal que me acompaña no es un perro. Con nuestros chubasqueros hasta los pies y nuestras gorras orejeras, parecemos excrecencias de una obra de Becket. Sólo le he dicho (al perro) que si tiene que pedir algo me lo pida a mí y yo transmitiré la orden. El camarero se retira con la mosca (que tampoco es una mosca) en la oreja.

–Pónganos su celebérrimo “desayuno inglés” y dos cubiertos.

Llega un plato de huevos y tocino a rebosar. “Hegel” se relame, pero retiene la exclamación. Lo del rabo es inevitable. El chubasquero se mueve como una nube borrascosa. 

–Y una botella de “Malbec de L’hospitalet”… ¡con dos vasos!



 Mahler había compuesto un poema sinfónico “funerario”. Von Büllov, a estas alturas, y con razón, pasado a las filas de los “Brahmistas”, despreció el fragmento. Mahler, no se dio por vencido y añadió tres movimientos más. Ni así consiguió la aceptación del maestro. Y tampoco la completa satisfacción del autor. Tuvo que morir von Büllov y que en su funeral se interpretara una coral basada en un poema de Klopstock (“Resucitarás”), para que a Mahler se le encendiera la luz. Tomó el poema, le puso música y lo convirtió en el 5º movimiento de su segunda sinfonía…”¡la inacabable!”. A ver ahora qué hubiera dicho el muerto. ¡Toma media hora más!
 
“¡Resucitarás, si resucitarás,
polvo mío, tras breve reposo!
Vida inmortal
te dará quien te llamó.
Has sido sembrado para florecer de nuevo,
El dueño de la cosecha,
recoge las gavillas
de nosotros, los que perecemos. (…)

Por mí, la “dama de Hierro” (Fe), que se quede donde está. Pero si su Fe es tan fuerte como la de Mahler y resucita, que resucite en las Malvinas, en uno de esos típicos días de borrasca, cuando el termómetro no sube de los 5 bajo cero. Y en pelotas. O como la “Magdalena” de Donatello (*). 




Bueno, pues tal obra se estrenó, completa, tal día como hoy, del año 1895, en Berlín.

No puedo dejar que se mustie el día, sin hacer mención de Tartaglia (*) (¡hermoso nombre y condición) y a Vieta (*) (Viète). Ambos, y el incordiante de Cardano, pusieron a nuestra disposición la resolución de las ecuaciones de tercer grado y nos legaron “problemas” sublimes: 

1.      Tres matrimonios (en los cuales los maridos son extremadamente celosos) quieren cruzar un río en una barca en la que caben como máximo dos personas. Determinar cómo debe planificarse el cruce si no puede dejarse a ninguna mujer en compañía de un hombre a menos que su marido esté presente.

  2- Tres personas quieren repartiese el aceite (vino) que hay en una garrafa de 24 litros. Determinar cómo puede hacerse el reparto si se dispone de tres garrafas vacías con capacidades conocidas de 5, 11 y 13 litros.

A quien los solucione, ya saben que cumplo mi palabra, le pago una cerveza en “Los Piratas”. Pueden solucionarse con los cálculos de la abuela.
¡Y qué me dicen del triángulo de Tartaglia (*)! Toda una obra de arte.

Estos últimos datos a “Hegel” se la traen al pairo. Así que volvemos a casita. Hoy es un día de masacres, a las que no haré mención. Pero, si quieren, pueden ver: “Ciudad de vida y muerte” y después intenten dormir. Si no lo consiguen, levántense y pasen la noche en vela al compás de Enrique Morente(*). Lo más grande, después de El Camarón.



A Kandinsky (*) no lo cito por antisemita y porque ya me he referido a él en alguna entrada. A Tom Verlaine…¡Volveremos en su día!

Verdaderamente ha sido un día “malasolta”.








 









RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...