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viernes, 30 de agosto de 2013

Propuesta para hoy, día 30 de agosto. “Highway 61 revisited”. J. Seberg. Ver 31 de agosto.



En 1965 no había (yo) visto una autopista en mi vida. El concepto flotaba por las estepas y las costas mediterráneas, pero no se encarnó hasta algo más tarde. Hubo que esperar al dos de mayo (¡¡) del 69 para poder ir a Mataró por autopista.  En USA había, como mínimo, 61. ¡Bárbaro! Y no era una carretera cualquiera, era un lugar donde los milagros más siniestros y las esperanzas más descabelladas podían tener lugar. Hombre…también en la carretera entre Fortuna y Caprés te podía pasar alguna cosa, pero, a lo más, que atropellaras (en bicicleta) una cabra. En la 61 podían ocurrir cosas tremendas. 



Ya saben vds…. la "autopista"  que comunicaba el pueblo de Dylan  con la MÚSICA de Menphis, Sant Louis, Nueva Orleans… ¡el Missisipi!, haciendo toda una declaración de intenciones.

Ya saben vds. si la autopista acaba en impar, va de norte a sur (y viceversa, claro), y si en par, va de este a oeste (o al contrario, si vds. así lo quieren).

En el 65, por lo demás, ya estábamos al tanto. Sabíamos que el “rock” se había acabado y que el “pop”, en sus diferentes dimensiones, hacía furor. Sabíamos, naturalmente, de Bob Dylan y de que los tiempos estaban cambiando. Eso lo sabíamos…pero nos pilló un poco de improviso que el propio Dylan cambiara. . Mike Bloomfield fue fundamental. Excepto el último tema de la cara B (“Desolation Row”, una balada tremenda, de versos que rozan el “automatismo”) todos los temas están arropados por un verdadero grupo de “rock”.

Y es que no en vano, un jovencísimo Dylan estaba entre los “caballeros” que asistieron a la “representación” (1962) de “Brecht on Brecht” que Lotte Lenya (Weil) dio en el Theater de Lys del Greenwich de Nueva York. Se quedó enganchado con “Pirate Jenny”. ¿No es cierto que sus versos resuenan en este “nuevo” Dylan? ¿No es cierto que hay mucho de “Mahagonny” en esa autopista infernal, en la que Robert Johnson vendió su alma al diablo cuando paró en el cruce 49 a estirar las piernas? 



¿No fue allí donde Betty Smith perdió su tiempo y ganó la eternidad? ¿No fue cerca de allí donde liquidaron a Luther King?

Naturalmente Dylan también tocó un poco la armónica.

Tal día como hoy, del año 1965, salió a la venta “Highway 61 revisited”. Venía precedido por un “sencillo”: “Like a rolling stone” que encabezó el LP, con ese majestuosa improvisación de Al Kooper: Uno de los momentos mágicos del “pop”. Ya desde la portada se advierte el gesto provocativo. Dylan acaba de quitarse las gafas de sol y nos mira condescendiente e incitador: sobre una camiseta de motos (explosiva), una camisa de flores. 














La cosa se reveló como inexorable en el festival de folk de Newport de 1965. Allí, Dylan, un folklorista reconocido, agarró una guitarra eléctrica y arropado por la “Paul Butterfield Blues Band” y Al Kooper, atronó con “Maggie´s farm”. Había muerto un “folk singer” y había nacido un rockero ácido que se expresaba con extraños y singulares versos. División de opiniones. Con el tiempo vendría lo del Papa y tal.

En realidad el día ha empezado de forma tanto o más atronadora. Desde el fondo del paradójico REM, un “amigable” ¡¡Desperta ferro!! (*) verdaderamente animal, me ha lanzado contra la cristalera y a punto he estado de cortarme la yugular en el destrozo. Ya saben vds  ¡la venganza catalana!... El susto me lo he quitado con un copuzo de “Terry” de malla, aunque lo justo hubiera sido un vaso de esplendoroso vino de Marsala. Y es que la “Compañía Catalana” estrenó ese delicado pentasílabo no más poner los pies en tierra de Trapani (Sicilia), donde, por cierto, se encuentra Marsala.



Yo hubiera deseado un: “Bon jour, tristesse(*)…que me habría sabido a alegría de alondra, pese a todo.

Tembloroso he completado mi acostumbrado refrigerio matutino y he enchufado el esputofaif para escuchar, hasta saciarme, la música citada. Y he continuado con “Tattou you” de los Rollins Stones (¡¡), una fruta estupenda cuando parecía que la higuera estaba seca. En realidad el esputofaif no ha parado en todo el día: que si “Mama´s and the Papa´s”, que si “The Specials”…La “Velvet…” y todo por “razones efemerísticas”. Y como quedaron unos minutos antes del Dry del medio día, también he escuchado alguna cosa de Bernardo Bonezzi, muerto por descuido, creo.

Ya ven vds que estoy haciendo tiempo. Hago las cosas con desgana notable y evidente. Sólo tengo una idea (una imagen) en mi cabeza: Jean Seberg (*) con la camiseta (¡explosiva!) del “Herald Tribune” vendiendo periódicos por las calles de París. En Belmondo pienso menos. Su muerte fue merecida: nos robó nuestro amor soñado (aunque nos dejara el primer signo de una nueva liturgia). La de la Seberg, encontrada rellena de barbitúricos en el interior de un automóvil estacionado en el barrio parisino de Passy, tal día como hoy del año 1979, fue un mazazo. Aquí no hubo descuido. Ya lo había intentado otras veces. La última unos días antes en las vías del metro de la “Ciudad de la Luz”.



Ya sabrán vds. de su (de ella) apoyo a la causa de los “Panteras negras” y de las abultadas carpetas que, a su nombre, conservaba la CIA y el FBI. Y de su lucha constante contra las exigencias del “star system”. Su belleza frágil y luminosa y la hermosura de cada uno de sus gestos (aunque sólo fuera un parpadeo involuntario), llenaba las salas de suspiros y de deseos de abrazarla. 
 
¡Ella que había abandonado voluntariamente el Edén (“Lililth”) para fundar una raza rebelde, dejándole el sitio libre a la pegajosa e incitadora Eva, y  se largó como un “canto rodado”! Aparcó en la cuneta de la 61, a su paso por Passy. Coincidió que, casualmente, paseaba por allí “Mackie Navaja” (que, por cierto, lo veremos mañana).



 “Dios dijo a Abraham, “Mátame un hijo.
Abraham dijo, “Tío, debes estar de broma.”
Dios dijo, “No.” Abraham dice, “¿Qué?”
Dios dijo, “haz lo que quieras Abe,
pero sino la próxima vez que me veas
más te vale que salgas corriendo”
Abraham dijo, “¿Donde quieres que sea esa muerte?”
Dios dijo, “Fuera, en la Autopista 61”

Georgia Sam, tenía una nariz sanguinolenta,
el Departamento de Bienestar no le quería dar ropas,
le preguntó al pobre Howard, “¿Dónde puedo ir?”
Howard le dijo, “Que yo sepa sólo hay un lugar”,
Sam dijo, “Tío, dímelo rápido, tengo que escapar.”
El viejo Howard tan sólo señaló con su pistola,
y dijo, “Aquél camino baja a la Autopista 61.”

Mack el chivato dijo al jefe Louie,
“Tengo cuarenta cordones de zapatos rojos, blancos y azules
y un millar de teléfonos que no suenan.
¿Sabes dónde puedo deshacerme de todas estas cosas?”
Y Louie el Rey dijo,
“Déjame pensar un minuto, hijo”,
y dijo, “sí, pienso que se puede hacer,
sólo llévalo todo abajo, a la Autopista 61”

La quinta hija en la duodécima noche
le dijo al primer padre que las cosas no iban bien,
“El color de mi cara -le dijo- es demasiado blanca.”
Él dijo, “Ven aquí que te vea a la luz.”
Dice, “Hmm, estás bien,
déjame que le cuente a la segunda madre lo que ha ocurrido.”
Pero la segunda madre estaba con el séptimo hijo,
y ambos estaban fuera, en la Autopista 61.

El vagabundo errante estaba muy aburrido,
estaba intentando organizar
la próxima guerra mundial,
encontró un promotor que casi levitó del suelo,
y que dijo, “Nunca antes se me contrató en algo parecido,
pero sí, pienso que puede hacerse fácilmente,
sólo pondremos afuera algunas gradas al sol,
y la armaremos en la Autopista 61”

No me digan que apetece comer. Lo que apetece es el güisqui de la “Jenny Pirata” y aspirar fuerte el “Herarld Tribune” del 16 de marzo de 1960… Apretarlo contra el pecho hasta que quedara grabada la cabecera del rotativo en nuestro miserable tórax (¡¡), funda nórdica del corazón.

Lo que apetece es congelar la imagen y dormir con los ojos abiertos… Hasta que mañana nos despierte (¿) “Mackie Messer”.

¿Qué importa que tal día como hoy, del año 1918, la Kaplan, interrumpiendo el tráfico de la "61", disparara tres veces contra Lenin? (entrada del 3 de septiembre).



Y en Bihac, Bosnia, nacía una niña rubia a la que llamaron Radmila...
 


jueves, 29 de agosto de 2013

Propueta para hoy, 29 de agosto.



“El 28 de julio de 1914, al oír por la ventana abierta-era una calurosa mañana de verano-una voz que anunciaba una edición extraordinaria al grito de “Austria declara la guerra a Serbia”, cerré rápidamente, me senté al borde de la cama y pensé: “Tu felix Austria nube!” Todo se va a romper en mil pedazos, como en una reunión familiar con motivo de la repartición del legado de un estimado pariente que, mientras tanto, agoniza”.

Así fue: TODO SE ROMPIÓ EN PEDAZOS…

             
                                    

                 
O.K. se apuntó voluntario, adelantándose a lo obligatorio.

Habíamos dejado a Alma que, agostada la música y casi comprometida con la arquitectura, se lanza a la conquista de la pintura…después vendrá la poesía y de su propio vientre saldrá la escultura…Una carrera hacia la consecución de todos los “ocho miles” del planeta…¡Una verdadera musa!

O.K. y su Alma se sorben calientes, sin soplar la cuchara…nada pudieron hacer los abanicos…¡vesubianos!...pintados en las fresquitas laderas de los Dolomitas.

Se juntaron el hambre con las ganas de comer.

Mahler vencía después de muerto (como Rodrigo Díaz ). O.K. no quería ni oír hablar del difunto. Alma compaginaba las visitas al taller del pintor con las visitas reposadas a Berlín en busca de un compromiso formal con Gropius y del apaciguamiento de las ansias que O.K. le provocaba…¡a fin de cuentas era la Viuda (Negra)!

Con ánimo de ¿ocultar? las relaciones y con los derechos de autor del difunto, empezaron a construirse una casita en el Semmering (en las afueras de Viena), pero entre incendios, inundaciones e imprudencia de naturalista…la casa nunca pudo ser disfrutada.

¡mal fario!

 O.K. rodeó la chimenea de incendios: ardorosos “frescos” destruidos durante la segunda guerra. Fue por entonces el asunto del aborto (O.K. consideró que se le cercenaba la posibilidad de “autodesarrollo”… ¿Qué les parece?...) y el definitivo comienzo del alejamiento: “Colón encadenado”; “Bach Cantate”; “Oh, eternidad, palabra del trueno”
En esas colecciones (escritos y dibujos) dejó O.K. sus impresiones más profundas de aquellos acontecimientos….Lean vds. “Allos Makar” (en griego: “la felicidad está en otra parte”…que esconde el anagrama de Alma-Oskar):

“Que maravilloso arrebato sentí
Cuando desde el reino de las nieblas…etc…etc”

Y concluye:

“…Los labios ríen a la engañosa paz.
La felicidad está en otra parte”.

A lo anterior se añadió la llegada sorpresiva del busto de Mahler (Rodin) a la que Kokoschka le había negado expresamente la entrada. Todo se iba al garete.

Fue por entonces que Kokoshka pintó uno de sus cuadros emblemáticos y más significativos. Había pintado las paredes de su estudio de negro…para resaltar la luminosidad de la obra en la que estaba sumergido: el naufragio de sus esperanzas.

Trakl, una noche lluviosa, empapado hasta los huesos, vestido de negro (luto por su más que querida hermana), mientras en trance llenaba la estancia de versos oscuros, bautizó el cuadro: “Windsbraut(“la tormenta”…o bien, en traducción literal: “La novia del viento”).


           
               




“…Sobre escollos negruzcos
Se precipita ebrio de muerte
El temporal abrasador”

Poco después moriría de sobredosis en el Hospital Militar de Cracovia…dos días antes de la prometida visita de Wittgenstein, destinado a la vigilancia del Vístula. Tanto Óskar como Trakl…participaron del reparto de la herencia (en vida) del filósofo.

Y en esto toda la burguesía (incluyendo la socialdemocracia) arrastró tras de sí a las masas de trabajadores y se fabricó la guerra!...que se pensaba cosa de semanas.

Loos, siempre al quite, lo recomendó “para el más distinguido regimiento de caballería de la monarquía” dual…Quizá esperara el agradecimiento de Alma.

Los jinetes debían aportar montura y traje decoroso. Por mediación del arquitecto encontró un caballo que mereció la aprobación de la madre de O.K. y que costó justo lo que consiguió con la venta, a un farmacéutico, de “La novia del viento”…Estaba claro que todo se lo llevaba el viento…que se iba, vamos, a tomar viento.

       




 El caballo, todo hay que decirlo, murió, patas arriba, el día de la casi muerte de nuestro pintor.

Con respecto al uniforme, le fue encargado a la afamada sastrería Goldman y Salatsch…la más elegante de la más elegante ciudad europea.

A su madre le dejó en prenda, un collar de rojos abalorios, que ella enterró en la escasa tierra de una maceta.

Y así, con un uniforme colorista, de un corte impecable; sobre un caballo inexperto, pero voluntarioso y tocado con un yelmo lustroso y atávico…partió nuestro desesperado héroe en busca de la muerte…que estuvo a punto de encontrar un mes después de tan fantástica entrada en la Primera Guerra Mundial:

Tal día como hoy, del año 1915, fue herido de gravedad cerca de Luck, en la Galizia austriaca…¡Era un blanco perfecto!...los rusos ya habían aprendido (de los japoneses) el uso de prendas de camuflaje.

No acabo de entender cómo Loos, para quien el ornamento era un delito, permitió que su amigo disimulara la estructura bajo tan incongruente y atrabiliaria superficie.

Mientra tanto Alma, había encontrado en Werfel, el punto medio, virtuoso, entre el fuego y el agua… ¡Y los tres estaban en el frente!...tres frentes abiertos y una sola diosa verdadera.  


 

  
A Alma le gustaban los expresionistas…Incluso Gropius, bajo la máscara racionalista, escondía un alma expresionista…La primera etapa de la Bauhaus (¡nombre arrebatador!), tal como revela el nombre de los “artistas” y “artesanos” contratados, se conforma bajo el espíritu “expresionista”, “interclasista”, “fraternidad universal”, “regeneración de la función por medio de la belleza”…¡hasta la llegada de Moholi-Nagi!...que definitivamente impuso su rigor racionalista  y constructivista.(1923).


Nadie como el mismo O.K. para relatar los hechos…Así que les recomiendo la lectura de “Mi vida” (la de Óscar Kokoshka).


                              





Todo ocurrió entre dos oleadas de perfume de mimosas: en ese intervalo “yo tenía un agujero circular en el cráneo” y una bayoneta (“que cayó por su propio peso”) clavada en el pecho…
Por suerte la práctica de la transfusión sanguínea (incluyendo el asunto de los “grupos”)  y el problema de la coagulación estaban siendo solucionados a ritmo de marcha militar. (Esto, y otros “avances”, inspirados por la Primera Guerra, merecen otra propuesta)




Inevitable pensar en el relato que Apollinaire hace de “su herida”.

Fue trasladado a un hospital de campaña habilitado en Wladimir-Wolhynsk, a unos cuantos kilómetros de Luck. La percepción del tiempo y del espacio, siempre, tan endeble, le falló catastróficamente. Alma se había introducido por el orificio y amenazaba con quedarse eternamente…fue en aquellas semanas agónicas y confusas que concibió, compuso y memorizó “Orpheus und Eurydice”.


                                                                                                                                                









INFORMACIÓN:

Si alguien de vds. es lo suficientemente mayor y desafortunado como para haber hecho la “mili”…recordará el axioma nº uno: Perderás la novia… Así que mientras se le daba por muerto y se recuperaba en un hospital de campaña, Alma aprovechó para entrar en el estudio del pintor, robarle todas las cartas y una buena cantidad de dibujos y pinturas de las que dispuso a su entera discreción. La cosa no se corrigió, cuando se demostró de manera inapelable que no había muerto. ¡¡Para Alma sí!!...


O.K. perteneció al club de los “dados por muertos en vida”, con socios tan significativos como Baudelaire





 En otoño fue trasladado al Hospital de Viena…Y fue a recoger la “prenda” roja. Allí estaba, alimentando pensamientos y caléndulas. Fue cogerla y sentirse curado. Sin embargo tuvo que permanece varias semanas más en el Hospital de Viena.



Allí se enteró de la boda de Alma y Gropius (18 de agosto del 15).  Su hija “Manon” nació el 5 de octubre del 16. Gropius estaba en el frente…pero pidió al coleccionista Reininghaus, que dejara a Alma, “a título de compra”, el cuadro “Sol de medianoche” del “otro que tal” Munch…

        






La “gripe española” completaba la escabachina.  
                            
Descartada la posibilidad de que lo volvieran enviar al frente, se empleó en evitar un puesto burocrático que hubiera significado un palo en las ruedas del carro de las potencias centrales. Así que se prestó a acompañar a Italia a un grupo de “corresponsales”, artistas  y demás…y, cuando acabó la misión se encuadró en una división húngara de donde salió, de milagro, con sólo un shock, provocado por una explosión que, incomprensiblemente, arruinó la capilla en la que se encontraba. Él salió “ileso”…¡Iluso!...”…Hospital militar y vuelta al Hospital de Viena.

Días de asueto en Berlín. Vuelta a Viena, pasando por Dresde (por asuntos oficiales) y allí ocurrió algo interesante y digno de mención. En Dresde lo esperaba el Dr. Fritz Neuberger, que lo arregló todo para que Dresde se convirtiera en  el “final del viaje”.

Éste Dr. hizo una predicción espeluznante:

“Debe ser una patraña, pero el caso es que en los círculos de la industria química corre el rumor de que, debido a la alarmante escasez de grasas en Alemania (¿y en los otros lugares?), se está considerando la posibilidad de fabricar jabón con los cadáveres de los muertos en el frente”.

La “estancia” en Dresde no fue gratuita. A las pocas semanas es urgido a acudir a Estocolmo donde el Dr. Bárány, a quien se le concedió el Nobel de Medicina
(cuestiones relacionadas con accidentes cerebrales…vértigos…oído…) estando en un campo de prisioneros en Rusia y que había aceptado una cátedra en Upsala, le reclama para contrastar algunas de sus suposiciones y teorías.

También en este aspecto la guerra fue un “acicate”: lesiones cerebrales, cirugía
 estética, neurosis de guerra…Hizo falta una Segunda Guerra para que las cosas
 avanzaran.

Vuelta a Dresde, con parada en Berlín, YA completamente inútil para la guerra.

Mientras tanto el Dr. Neuberger, que también había estado ausente, vuelve a Dresde…

¿Dónde había estado el Dr.?...Pues ni más ni menos que “participando en una misión secreta en connivencia con el cuartel general alemán, es más, con el propio Ludendorff: la misión había consistido en sacar a Lenin de Suiza en un vehículo blindado, y, a través de Alemania, introducirlo clandestinamente en Rusia.”

Han de saber vds. que la historia de la muñeca “de tamaño natural”, con los rasgos de Alma, que O.K. mandó fabricar…fue un broma con la que se despidió del mal rollo.

Habló con fabricantes especializados…compró vestidos y ropa interior parisina y se dispuso a esperar su llegada. Llegó como había llegado la mascarillas de Mahler, en una caja, envuelta en virutas de madera. Fue subida (vivía en la casa del Dr. Posse) por dos colosos. “La silenciosa”, azul Prusia…pasaba las tardes tumbada en el diván, como en un fumadero. Mientras tanto corrían rumores sobre la extraña locura del pintor.


 


Era verdaderamente horripilante…”un saco de patatas” (así se le había presentado SIEMPRE Alma a su “suegra”). O.K. intentó resucitar a su Eurídice…pero su presencia se le hizo insoportable…y decidió devolverla al no-ser.
                

Hartos de su silencio. Tras una noche de farra, la decapitó y roció el corte con vino de Burdeos (de contrabando). Al día siguiente se presentó la policía dispuesta a detener a quien fuera…se conformaron con una denuncia por escándalo público.

El camión de la basura (kaurismaki) hizo su cometido.  




 Posteriores intentos de encontrarse fueron frustados por esa visión horrenda…y por la tajante oposición de su madre que, revólver en mano se fue pa ella

Alguna carta en aniversarios capitales…pero TODO HABÍA ACABADO.




















RELATO VERAZ, EXENTO DE RETÓRICA, DE UN EPISODIO (EN MARCHA) DE CORONAVIRUS.

Quizás pueda ayudar a alguien. Seguiré contando el desarrollo y desenlace... CONTACTO CON PERSONA INFECTADA. Se supone que el...